domingo, 20 de julio de 2014

Catalunya 2014. ¿Como se arregla esto?


El problema está servido. Las posiciones están planteadas (y enrocadas!). ¿Como salimos de este laberinto? ¿que solución es lógica, legalmente correcta, razonable y justa para todas las partes?

Veamos.

La Generalitat de 1714 podía hacer tres cosas que la del 2014 no puede:

1.- Acuñar moneda propia. No parece que algo así nos haga avanzar
2.- Tener ejercito propio. Tampoco parece que sea una necesidad hoy en día.
y 3.- Recaudar impuestos tanto propios como en nombre del rey. La versión moderna de esa capacidad sería la famosa Hissenda Catalana. Y aquí si que tenemos algo importante sobre la mesa.


La gestión de la hacienda propia no es un tema simplemente político. Si la gestión pública se basa en gestionar fondos recibidos a partir de un presupuesto, se produce la siguiente situación:

  • El año 1 se crea el presupuesto
  • Para ello se tiene en cuenta la situación de los ciudadanos y del territorio a finales del año 0
  • El año 2 se ejecuta el presupuesto

Es decir: un ayuntamiento siempre tiene una distancia entre datos de base, estimación y uso de fondos de entre 2 a 3 años.

En cambio, si la gestión pública se basa en gestionar los impuestos recaudados, lo que sucede es


  • El año 1 se cobran impuestos
  • También el año 1 se transfieren al Estado la parte de esos impuestos correspondiente al importe de los bienes y servicios recibidos (incluyendo el concepto de solidaridad territorial, claro está)
  • El resto se gestiona de forma local

Esta es la forma de funcionamiento de las comunidades Vasca y Navarra (explicada de forma muy resumida). Parece lógico e incluso conveniente que esta forma de gestionar impuestos sea aplicada no solo a dos Autonomías muy concretas, sino a todas aquellas autonomías que presenten superávit fiscal. De esta forma, Pais Vaso,Navarra Catalunya pero también Valencia, Balears y Madrid se gestionarían de una forma mucho más conveniente. La Hissenda Catalana no como elemento diferencial sino como modelo para otras Autonomías. 

Introducir esta modificación en la Constitución no debe suponer problema a la vista de la facilidad con que se modificó el art. 135 hace 3 años. Pero la famosa Hissenda Catalana presenta un problema insalvable a fecha de hoy: no hay confianza mutua. 



Una de las medidas que los independentistas tienen encima de la mesa es la insumisión civil. El paradigma de la insumisión civil es la negativa a pagar impuestos. Si esa negativa es individual, cada persona se enfrentaría a los problemas de esa decisión (bloqueo de cuentas bancarias o embargo de bienes por parte de Hacienda, etc...) Pero si el total de los impuestos recaudados es gestionado desde una oficina dependiente del poder político catalán, sería muy sencillo bloquear el flujo de impuestos en base a una directiva local, p. ej. Decreto de Presidencia de la Generalitat o bien resolución del Parlament. 

No le darías la llave de la caja a alguien de quien no te fías... entonces ¿Como conseguir la necesaria confianza mutua? 

Yo lo haría así:

1.- Introduciendo esa medida como modificación de la Constitución junto con otras cuestiones: regulación del Tribunal Constitucional, separación real de poderes, sistema electoral y blindaje de competencias autonómicas. 

2.- Introduciendo modificaciones en los estatutos de autonomía simétricas a las mencionadas, incluyendo además y de forma clara la aceptación de la soberanía estatal compartida.

2.- Votando después esa modificación en todo el Estado, renovando de esa forma el compromiso de todos los españoles con su constitución.

No es fácil, no es rápido y depende de la voluntad de muchos, pero es mi propuesta.